Un humilde maestro de avanzada edad que trabajaba en la construcción ya estaba deseando jubilarse y disfrutar de su tiempo con su esposa. Le contó a su jefe sobre sus planes, pues ya se sentía muy cansado y sentía que merecía descansar luego de una larga vida de sacrificado trabajo.
Le contaré a mi jefe -pensó.
Así que se dirigió al despacho y le dijo: Jefe, voy a jubilar. De seguro extrañaré mi salario, pero deseo retirarme y descansar junto a mi esposa.
Extrañado, el jefe lo miró y le dijo: ¿Podrías hacer un último esfuerzo, y construir una casa más?
Claro, jefe - respondió.
José, si bien aceptó la última petición del jefe, comenzó su obra a regañadientes. ¡Sólo deseaba retirarse lo antes posible y disfrutar su jubilación con su esposa!
Así fue como José construyó esta última obra no con toda la dedicación que siempre demostraba. Sus deseos de irse eran mayores, y por lo tanto usó materiales de menor calidad, y mostraba menos cuidado con los detalles.
Quería terminar lo antes posible.
Cuando José terminó el trabajo, llegó su jefe a inspeccionar la obra.
¿Qué tal, José? - preguntó el jefe.
Muy bien, ¡ya está lista la obra por fín! - dijo con entusiasmo.
El jefe, metiendo su mano en uno de sus bolsillos, le extendió las llaves de la casa y le dijo:
Querido amigo, toma estas llaves, esta es tu casa. Es un regalo para ti. Disfrútala.
La enseñanza de esta historia es que, ¿cuántas veces hacemos las cosas de la misma manera que ese albañil? Muchas veces no somos capaces de darnos por completo ante los desafíos que nos presenta la vida, y nos gana la ansiedad, la falta de constancia y dedicación.
Si ese maestro de la construcción hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, de seguro hubiera dado su mejor esfuerzo, y esa casa habría sido la mejor que hubiera construido en toda su vida.
¿Para qué sirve todo esto? Pues, muchas personas no aprenden inglés porque fallan en la dedicación. Quieren resultados rápido, sin darse cuenta que la vida es un camino donde cada paso que damos, cada acción que tomamos, y cada momento que vivimos es un clavo que va ayudando a construir nuestra propia realidad. Como cualquier desafío importante, aprender inglés exige de tu parte una mente positiva, que seas capaz de estar a la altura del desafío, y entregar lo mejor de tí.
Es verdad que muchas personas dejan de estudiar pues sienten que no hay resultados. Sienten que no avanzan. ¡Pero eso no es culpa de ellos! Muchas veces es el método pedagógico el que termina por aburrir a muchas personas, y luego creen erróneamente que son ellos el problema.
Tú eres capaz de lograr lo que te propongas, incluso aprender inglés, si pones todo tu corazón. Mi propuesta es que abras tu mente y comprendas que los beneficios que tendrás al saber que esta casa que estás construyendo es tuya, y que disfrutarás de ella toda tu vida, son invaluables. Aprender inglés es como construir esa casa, tu propia casa.
Así que... ¡arriba! Anímate a tomar el desafío de aprender inglés, con toda tu dedicación. A diferencia del protagonista de esta historia, tú tienes la ventaja de saber de antemano que tendrás grandes beneficios.
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